viernes, 1 de agosto de 2008

El tren del sentimiento

Sintiendo la brisa del amor, me turba el llanto.
Acogida en el seno de tu voz, relegando la mano enamorada por un beso de tu boca, yo muero.
Ahora me hiere el recuerdo de tu olor, tan lejos pero cálido, me atormenta el pensamiento.
¡Cómo no pude llegar al alma de tu nombre, a la pasión de los pliegues de tu cuerpo, a la luz de tu mirada...!
Aún te busco entre las sombras de mi almohada, fría y solitaria hasta de mí. Intento dibujarte entre las sábanas de la lujuria para saciar la sed eterna de mis noches.
Ilusa, pues no me di cuenta de que el amor es como el tren que no llega a parar en la estación y sigue rumbo hacia otros destinos, mientras el viajero lo mira incierto, impasible ante la máquina del tiempo.
Te perdí, o nunca quizá llegué a buscarte.
Perdóname. Te quiero.
24/07/2008